1. Desbroce forestal: en qué consiste
Los desbroces forestales, también denominados rozas, son tratamientos selvícolas destinados a la eliminación selectiva del estrato arbustivo y se llevan a cabo mediante procedimientos de triturado.
Su carácter selectivo permite dirigirse a un espectro limitado de especies y tamaños, no actuando sobre las especies que se desean conservar.
2. Trabajos de desbroce: sus objetivos
Los trabajos de desbroce presentan diversos objetivos dependiendo de las necesidades que el terreno demande. Los principales usos del desbroce de montes son:
- Prevención de incendios forestales.
- Mejora de pastizales
- Manejo de la regeneración natural. Se favorece el estrato arbolado mediante la incorporación de nutrientes al suelo. Cuando estos trabajos se realizan como preparación del terreno previa a la repoblación forestal, evitan la competencia entre la vegetación preexistente en dicha área y la nueva vegetación que será introducida en la repoblación. Así, se asegura que la nueva planta disponga de agua, luz y nutrientes suficientes.
- Mantenimiento de márgenes y cunetas de carreteras y autopistas mediante los desbroces de pastos.
3. Los beneficios del desbroce del terreno frente a la quema
Tradicionalmente, al desbroce forestal le seguía el procedimiento de quema para la destrucción de los residuos generados. Ésta constituye una práctica nada recomendable, puesto que presenta inconvenientes como el vertido de CO2 a la atmósfera o el incremento del riesgo de incendios forestales.
La práctica más indicada en la actualidad consiste en verter la materia orgánica triturada resultante de nuevo al terreno. De este modo se favorece el aporte de nutrientes al suelo, que contribuye al crecimiento del estrato arbolado.
4. Tareas complementarias a los desbroces forestales: clareos y podas
Los clareos (o claras) y las podas son tratamientos selvícolas complementarios a los desbroces forestales. Estos trabajos se llevan a cabo con desbrozadoras y trituradoras acopladas al tractor forestal, o con brazo mecanizado. Su objetivo es también la mejora del estrato arbolado y, por extensión, del ecosistema presente.
5. Trabajos de desbroce en zonas de matorral
Generalmente encontramos este tipo de vegetación en aquellas zonas que llevan un tiempo considerable sin haberse trabajado. Se trata de una vegetación espontánea variada, espesa y de altura considerable, donde el desbroce constituye una tarea prácticamente obligatoria.
El procedimiento a seguir tras el desbroce consiste en dejar in situ los restos triturados, bien en la superficie del terreno para protegerlo de la desecación o bien enterrándolos en el suelo para enriquecer el mismo gracias al aporte de nutrientes.
6. Los 3 tipos de desbroce forestal
Existen 3 procedimientos para la eliminación de vegetación mediante desbroce forestal: desbroce con fitoquímicos, desbroce manual y desbroce mecanizado.
El desbroce con fitocidas consiste en la aplicación de herbicidas sobre la vegetación a eliminar. Cuando el matorral es muy alto, el desbroce con herbicidas resulta casi imposible y el procedimiento a seguir en estos casos consiste en un desbroce previo de otro tipo, para aplicar los fitocidas en un segundo tiempo sobre los brotes tiernos que surjan después. Uno de los herbicidas más extendidos para este uso es el glifosato, que se ha demostrado tóxico para humanos y animales, por lo que aquí reside una de las principales desventajas del desbroce con herbicidas.
El desbroce manual se realiza con motodesbrozadoras o sierras de desbrozar. Estas herramientas se cuelgan de un arnés que reparte el peso entre los hombros del operario. Sus principales inconvenientes residen en la peligrosidad de la herramienta para la seguridad del operario, así como en sus rendimientos, muy variables.
El desbroce mecanizado es el más recomendable, por su gran rapidez de ejecución y su coste, mucho menor que el manual. La parte aérea de la vegetación se elimina con desbrozadoras accionadas y remolcadas por un tractor. Estas herramientas giran a gran velocidad, rompiendo los tallos cerca del suelo.
Otra herramienta muy recomendable para el desbroce es la desbrozadora mediante brazo articulado o telescópico. Sobre este brazo se monta un cabezal que consta de un eje horizontal con distintos tipos de martillos. Su funcionamiento es hidráulico, accionado por la toma de fuerza del tractor. Esta maquinaria presenta una gran versatilidad, pudiendo adaptarse a todo tipo de terreno. Además, también permite el recorte y perfilado de setos vegetales o el recorte de ramas de árboles.
El desbroce mecanizado, así como el manual, realizan una tarea de biotriturado, incorporando al suelo el estrato arbustivo como elemento nutritivo. Por ello, constituyen las opciones idóneas para asegurar la sostenibilidad de los recursos existentes y para optimizar la inversión realizada en los montes.
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