Lamentablemente con la llegada de la época estival regresan los incendios forestales a los montes y bosques. Las altas temperaturas y las escasas lluvias hacen que muchos territorios se mantengan en máxima alerta de peligro de incendio. Este verano 2015 está siendo, con diferencia uno de los más calurosos de los últimos tiempos y por desgracia  va camino de convertirse en el que más incendios forestales  se produzcan en el último trienio con más de 52.000 hectáreas devastadas por el fuego entre el 1 de enero y finales de julio. Llegados a este punto es tan importante la reforestación del terreno como las medidas preventivas para evitar incendios.

 Aquí os dejamos algunas recomendaciones y normas de obligado cumplimiento para evitar la aparición de incendios en nuestro ecosistema. Mejor que la reforestación es la prevención.

Sin fuego no hay incendios

Durante la época en la que hay riesgo alto de incendios -del 1 de junio al 1 de noviembre- no está permitido encender fuegos ni tan siquiera en las zonas recreativas habilitadas para ello, debido a que las altas temperaturas son una de las principales causas de propagación de los incendios, junto con el viento y la sequía.

Además de las famosas barbacoas y la quema de rastrojos esta medida incluye además no arrojar al suelo cerillas, cigarrillos, colillas, plásticos, papeles o cualquier otro objeto o material en combustión o que potencialmente pudiera ser el origen de un incendio.

Otra de estas medidas de obligado cumplimiento es la de evitar conducir -coches o cualquier tipo de vehículos motorizados- por lugares en los que el tubo de escape de dichos vehículos pueda estar en contacto con rastrojos y matorrales.

reforestaciones pastor

Y es que la prevención es una labor de toda la sociedad, por eso se recomienda:

–       Mantener limpios de hierba o maleza en los caminos de acceso a las viviendas, incluyendo las cunetas de los mismos.

–       Evitar la acumulación de vegetación seca u otros restos que ayuden a la propagación del incendio.

–       Se recomienda que los tejados y fachadas de las casas sean de material resistente al fuego.

–       Es recomendable que la zona urbanizada se mantenga separada del monte o bosque con una faja de unos 25 metros de ancho como mínimo. Las retroarañas pueden realizar este tipo de cortafuegos con gran facilidad.