Afortunadamente cada vez son más efectivas las técnicas de reforestación utilizadas para repoblar nuestros montes. En la lucha contra los incendios forestales, las máquinas y las estrategias para luchar contra el fuego son similares a las que se emplean en los conflictos bélicos, hablamos del uso de la maquinaria pesada en la extinción de incendios.
En muchos casos se usan tácticas muy parecidas a las militares para apagar un incendio, en cuanto a las máquinas usadas en situaciones de guerra, ejercen una gran influencia en las que luego se han usado en medios civiles como, en nuestro caso, la extinción de incendios y las reforestaciones. Sobre este asunto ha realizado un extenso trabajo de investigación el Ingeniero de Montes y técnico de Geacam, Juan Bautista García.
El propio Juan Bautista García comienza explicando que Estados Unidos y Canadá empezaron a usar maquinaria pesada para la extinción de incendios en la década de 1940. Sin embargo en España no se utilizó maquinaria pesada para estas labores hasta la década de 1960, Zamora y León fueron las primeras provincias en introducir este tipo de máquinas. Hasta entonces, se utilizaban tractores para preparar el terreno para la reforestación o realizar tareas preventivas como los cortafuegos. En este de máquinas cabe destacar la importancia de las retroarañas. La máquina retroaña es sumamente eficaz para las reforestaciones pudiendo llevar a cabo acciones que van desde cortar árboles y matorral, hasta transportar agua o impulsar líneas de agua para apagar un incendio. Otra particularidad de las retroarañas, es que son especialistas para maniobrar en terrenos donde es especialmente difícil acceder.
El objetivo principal de toda esta maquinaria es romper la línea de fuego echando tierra y apartando las ramas quemadas. Si a esas acciones le unimos un bombardeo continuo de agua, que es la primera fase en la extinción, y el trabajo de los bomberos forestales, que es la última fase, podremos penetrar en el incendio y luchar contra él desde todos estos ámbitos.