A principios de Diciembre se dio por finalizada la primera fase de los trabajos de reforestación de las 10.000 hectáreas de monte que fueron arrasadas por el fuego en la zona de Quesada, Huesa y Cabra del Santo Cristo, en la provincia de Jaén. El incendio, que fue provocado por una tormenta, fue calificado como el más grave de todo el verano en esa Comunidad Autónoma.
Las labores de reforestación del terreno dieron comienzo a principios de octubre y para ello se requiso de los trabajos de una retroaraña. Las retroarañas son máquinas versátiles capaces de operar en terrenos de abruptos de difícil acceso. Esta primera fase de la reforestación, ha sido la más urgente y se centró en tres grandes retos: acciones de corrección hidrológica, construcción y mejora de las infraestructuras ganaderas y mejora y eliminación de la vegetación afectada. Para hacer efectivos estos trabajos se ha contado con un presupuesto aproximado de un millón de euros.
Uno de los principales objetivos de la reforestación es la lucha contra la erosión y la pérdida de suelo. Para ello se ha llevado a cabo la construcción de diques de contención. Otro de los retos es el acondicionamiento de los suelos dedicados a la ganadería, para ello los técnicos han construido y acondicionado apriscos, depósitos de agua y abrevaderos.
Paralelamente se ha abonado algunas superficies con el objetivo de mejorar la disponibilidad de alimento de la fauna de la zona. Para eliminar la vegetación afectada por el fuego, se han cortado los pies quemados y se han realizado podas de saneamiento. Estas acciones suponen la trituración, astillado y distribución de residuos en el suelo, con lo que se crea una capa de protección.
En total, para acometer la reforestación total del terreno, la Junta tiene pensado invertir más de dos millones de euros.
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