A la hora de reforestar un terreno es básico llevar a cabo una adecuada selección de las especies vegetales que vamos a introducir. De este modo aseguramos un correcto arraigo de la vegetación y, como consecuencia, la recuperación de la biodiversidad de dicha superficie.

Las fases recomendadas para seleccionar la mejor vegetación

Antes de realizar la selección deben tenerse en cuenta los siguientes factores:

• El objetivo que se persigue con la revegetación y los usos que se van a dar al terreno
• El estado del terreno del que partimos
• El presupuesto con el que se cuenta

Así, se han identificado 3 fases a considerar en el proceso de selección de las especies:

Primera fase

En esta primera fase se tienen en cuenta los siguientes criterios:

• Fitogeográficos: procedencia de las especies. Se recomienda elaborar una lista de las especies autóctonas y de las exóticas compatibles.
• Climáticos: descartaremos las especies no compatibles con las condiciones climáticas del lugar
• Fisiográficos: descartamos las especies no compatibles con las condiciones de altitud, orientación y pendiente del terreno
• Edáficos: seleccionamos la vegetación compatible con las características del suelo en lo relativo a propiedades nutricionales, humedad, permeabilidad o profundidad

Segunda fase

En la segunda etapa se valoran aspectos biológicos como la competencia con la vegetación actual, la posibilidad de micorrización, el comportamiento frente a plagas, enfermedades y predadores o la influencia indirecta del hombre.

Tercera fase

Por último, en la tercera fase se valoran los criterios económicos, como el presupuesto o los costes de mantenimiento de la vegetación propuesta.

Cómo escoger las mejores semillas y plantones

A la hora de seleccionar las semillas y plantones, se recomienda tener en cuenta lo siguiente:

• Escoger semillas saludables con brotes latentes grandes y abundantes y un sistema de raíces fibroso. Descartar las semillas con follaje, pálidas o con moho.
• Escoger plantones cuyas raíces crezcan verticalmente hacia abajo, que es el crecimiento más efectivo. Para ello, se pueden recortar las raíces horizontales.

Apuesta por especies autóctonas frente a las exóticas

En general se recomienda siempre reforestar con especies autóctonas o lo más próximas genéticamente (no necesariamente en lo geográfico) a estas.

La principal razón es que las especies autóctonas están con total seguridad adaptadas a las condiciones del medio, hecho que facilita el éxito en el arraigo y a la vez reduce los costes de mantenimiento. Además, repoblar con especies lo más parecidas a las existentes es lo idóneo desde el punto de vista paisajístico, puesto que no produce rupturas en el mismo.

Por tanto, la apuesta más segura para garantizar la supervivencia del nuevo ecosistema es imitar en lo posible al anterior.

Cuándo introducir especies exóticas

Sí existen algunos casos en los que se debe considerar la opción de introducir especies exóticas. Esto es así cuando:

• La vegetación espontánea es de desarrollo pobre y, por tanto, de poca rentabilidad
• Cuando una industria específica requiere de dicha vegetación
• Cuando no existe una especie autóctona idónea para dicho terreno

En estos casos, debe vigilarse siempre que:

• Su uso suponga una ventaja frente a la especie autóctona
• Su introducción no suponga un perjuicio irreversible en el terreno: alteraciones en el suelo, en el ciclo del agua, propagación descontrolada, etc.

Otras recomendaciones

• No se recomienda escoger árboles de crecimiento muy rápido sin considerar los problemas futuros que pueden causar: madera pobre, vida corta o falta de resistencia.
• Si se desea aumentar la biodiversidad de la zona se requiere la introducción de nuevas especies
• Los ejemplares arbóreos o de matorral que formen una cubierta vegetal estable son idóneos para controlar la erosión, mejorar la integración paisajística y servir como fuente de refugio y alimento a muchas aves y mamíferos.
• En general se suele recomendar la repoblación con varias especies en lugar de una sola, por su contribución ambiental y sus mayores resultados de arraigo y crecimiento.

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