El paraje de Sierra Espuña es uno de los pulmones naturales de la Región de Murcia, pero lo cierto es que a lo largo del tiempo el terreno ha sufrido agresivos cambios debido a la acción del hombre. No obstante si hay algo que ha pasado a la historia de Sierra Espuña fue la reforestación a base de cañonazos que en 1889 llevó a cabo el ingeniero civil Ricardo Codorniu. Nada que ver con las reforestaciones con retroarañas que se practican en la actualidad en los montes de nuestro país.
A finales de la década de 1880 los montes de la Sierra Espuña presentaban un panorama desolador debido a la sobreexplotación que llevaba soportando la zona desde el S. XVIII. La demanda de madera, pastos, agua y tierra para cultivar, fue en línea ascendente a medida que aumentaba la población de la zona. Esto provocó que la Marina, organismo encargado de gestionar el territorio, talara gran parte del bosque para construir barcos. Este tipo de acciones se prolongaron dando como resultado un paisaje sin suelo firme, totalmente despoblado de árboles, aumentando así el riesgo de riadas y erosión. La situación de alarma llegó a su punto álgido en la década de 1870, concretamente en 1877 murieron cinco personas en a causa de una riada. Ya en 1879 la cifra ascendió a 761 muertos en la trágica Riada de Santa Teresa, en Lorca y Murcia.
Llegados a este punto en 1888 se constituyó la Comisión de Repoblación de la Cuenca del Segura, que abordaría la reforestación de toda la zona devastada. Se construyeron caminos, puentes y diques. Y por supuesto comenzaron las labores para reforestar Sierra Espuña. El Doctor Ricardo Codorniu llevaba tiempo estudiando el terreno, las semillas y el clima de la zona e ideó una forma novedosa de repoblar las más de 5.000 hectáreas de la sierra, eso si, sería a cañonazos. En esta ocasión la metralla dejó paso a una munición de semillas de pinos, encinas y sabinas. A tenor del aspecto que hoy presenta Sierra Espuña podemos decir que el experimento le salió bien. Incluso hoy en día esta técnica se está estudiando en diversas facultades y escuelas de ingeniería. Cierto que por aquel entonces las retroarañas todavía no habían aparecido pero no por ello deja de ser una técnica asombrosa y eficaz.
Actualmente Sierra Espuña ocupa 25.000 hectáreas, 18.000 de las cuales forman parte del Parque Regional. Se puede afirmar con total seguridad que después de la reforestación a cañonazos, la vida volvió a Sierra Espuña. En nuestros días el paraje presenta 8 especies diferentes de anfibios, 123 aves, 17 especies de reptiles, 38 mamíferos, una especie endémica de ardilla y 1000 especies vegetales, lo que supone más de la tercera parte de la flora de la Región de Murcia.