España es uno de los países europeos más afectados por los incendios forestales. Cada año se queman en nuestro país alrededor de 117.000 hectáreas de monte, un tercio de esa extensión es terreno arbolado que no se llega a recuperar debido a la escasa actuación e inversión de las Administraciones, pero también por las particulares características de las plantaciones.
Ahora una empresa española especializada en el medio ambiente y en el sector de las reforestaciones de bosques y montes , ha combinado la habitual siembra forestal con el uso de semillas tratadas específicamente para llevar a cabo reforestaciones en terrenos quemados y ubicados en zonas abruptas y complicadas. Para el ahoyado en este tipo de áreas de difícil acceso la siembra se realiza de dos formas, bien manual (a la antigua usanza) o a través de una retroaraña. Debido a sus características técnicas la retroaraña no provoca daños en el medio ambiente y suele llegar a zonas prohibitivas para el resto de máquinas. En la actualidad, las reforestaciones son uno de los principales objetivos de trabajo de cualquier empresa de retroarañas.
¿Pero qué diferencia existe entre el modelo de reforestación tradicional y esta nueva forma de repoblar las zonas arrasadas por el fuego? Entre la década de los años 80 y 90, en España empezaron a aplicarse un tipo de técnicas utilizadas en las reforestaciones del norte de Europa. Éstas consistían en trasplantar en el propio bosque, plantas muy jóvenes, que no llegaban a los dos años, criadas en contenedores forestales. Ahora la nueva técnica planteada pasa por recuperar en cierta manera la siembra tradicional mediante el uso de especies autóctonas que resistan al cambio climático. Previamente a la siembra, las semillas son tratadas para que resistan todo tipo de condiciones adversas y podamos hablar de una reforestación exitosa. Otra particularidad de este sistema es que se reduce el número de semillas que se plantan, en este caso suele ser de entre un 10% y un 15% menor respecto a las técnicas actuales. Además de reducir el precio de las reforestaciones, se persigue evitar una excesiva densidad en el follaje.
Hasta el momento ya son varias las reforestaciones que se han llevado a cabo en nuestro país aplicando esta técnica. En Madrid se han plantado encinas, en Extremadura y Aragón varias hectáreas de pinos, mientras que en zonas como el Líbano se han plantado cedros y robles. Varias empresas de retroarañas se han mostrado abiertas a colaborar en este nuevo tipo de reforestaciones.